Los estudios han demostrado que el coronavirus puede sobrevivir en superficies desde unas pocas horas hasta varios días. Por lo tanto, la infección no solo se transmite de persona a persona a través de gotitas o aerosoles, sino también a través del tacto. Es por eso que los funcionarios de salud pública nos animan a todos a lavarnos las manos. ¿Porque es esto importante? Una vez que las partículas del virus han sido transferidas a nuestras manos, lo único que tenemos que hacer es tocarnos la cara, para que se infiltran en las mucosas faciales (nariz, boca y ojos) infectándonos. Entonces, para protegerse, es fundamental dejar de tocarse la cara.
¿Cómo dejar de tocarse la cara para minimizar el riesgo de contagio?
Los ojos, la nariz y la boca son los tres principales puntos de entrada del COVID-19. Estas son las zonas del rostro que estamos más acostumbrados a tocar. A veces nos mordemos las uñas, nos rascamos la nariz, nos limpiamos los ojos o simplemente tratamos de ocultar un bostezo con las manos. Tendemos a tocarnos la cara más cuando estamos estresados, avergonzados o ansiosos. Tocarnos la cara es un hábito que nos satisface y nos alivia de las molestias momentáneas, y quizás por eso es muy difícil dejar de hacerlo. Sin embargo, no es imposible.
5 consejos para dejar de tocarte la cara
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El primer momento clave para dejar ir la manía es tomar conciencia. Debemos observar: cómo y por qué lo hacemos, la situación en la que nos encontramos, el deseo que precedió al gesto. El autocontrol es muy importante y su eficacia está estrechamente relacionada con el mantenimiento de un libro de registro.
Romper un mal hábito requiere paciencia y esfuerzo. Dado que no hay tiempo para esperar, podría ser eficaz desarrollar un nuevo hábito que reemplace al anterior. Por ejemplo, en lugar de tocarte la cara, puedes intentar tocarte el hombro o la parte posterior de la cabeza. De cualquier manera, ¡tienes que hacer todo lo posible para tener éxito!
Mantenga sus manos ocupadas para evitar acercarlas a su cara. Por ejemplo, puede apretar una pelota antiestrés que es muy eficaz para canalizar el estrés que podría estar causando su mal hábito. Alternativamente, cuando esté en la oficina, puede usar un borrador, jugar con un bolígrafo, guardar clips y clips o hacer una goma elástica.
Adopte gestos de reemplazo. Estamos hablando aquí de gestos incompatibles con los movimientos necesarios para tocar la cara. Por ejemplo, cuando sienta la necesidad de tocarse la cara, puede cruzar los brazos frente al pecho o mantenerlos detrás de la espalda, estirar los brazos a los lados y apoyar las palmas de las manos en los muslos. Otra buena idea sería hacer algunos ejercicios de respiración y meditación que te ayudarán a liberar tensiones y olvidar las ganas de tocarte la cara.
Para dejar de tocarte constantemente la cara, debes intentar eliminar a los provocadores de este impulso. Por ejemplo :
1. La necesidad de frotarse los ojos y masajear las sienes se debe en la mayoría de los casos a la fatiga, la falta de luz natural, la mala postura frente al ordenador que daña los ojos y la presión en el trabajo. . Como proceder ? Trate de descansar con más frecuencia, idealmente al aire libre, en el balcón o en la azotea. Es necesario armarse con un producto ocular, indicado para ojos irritados, que ayudará a hidratar los párpados y la zona de los ojos. También es importante adaptar la posición de la pantalla a tu postura y no al revés. Esto es beneficioso tanto para mantener una postura correcta como para proteger los ojos.
2. Mantener las uñas cortas ayuda a dejar de morderse. También puede intentar, al menos temporalmente, usar vendas en las yemas de los dedos. Última solución: pinta tus uñas con un barniz amargo.
3. Utilice una goma elástica o un clip de cangrejo para mantener el pelo fuera de sus ojos o boca.
4. Cuando desee bostezar, debe abstenerse de poner la mano frente a la boca. En lugar de hacer esto, puede girar hacia la pared más cercana para bostezar sin que sus colegas se den cuenta.